¿Cómo estudiar dirección de arte y trabajar remoto en Bogotá?
Florencia Gonnelli y Sol Rodrígurez Larrivey nos cuentan cómo es la experiencia de estudiar dirección de arte en M.AD y hacer una pasantía remota en la agencia colombiana.
Para las dos se trata de su primera experiencia laboral.
Flor terminó el secundario hace poco y Sol todavía está cursando la Licenciatura en Publicidad en la universidad. Ambas están muy contentas con la práctica en VMLY&R y coinciden en que M.AD las preparó bien para la experiencia: “La facultad te da background, libros de teoría para leer y esas cosas, pero es material que no está actualizado. Cuando entrás a M.AD te das cuenta de que la publicidad es otra cosa. Los profesores están re metidos en el medio, no te explican qué es un punto y una línea, sino que te dicen qué es lo hay que hacer hoy. Eso te rompe la cabeza. Te prepara más para la realidad y para el mundo laboral. La teoría siempre sirve, pero el enfoque de M.AD sirve más. Sigo en la facultad solo por el título”, comparte Sol.
Flor agrega: “Lo que hacemos ahora en la agencia es realmente lo que aprendemos al estudiar dirección de arte en la escuela. Venimos aceitadas, no es que nos metimos en un mundo nuevo. Yo me enamoré de M.AD. Estoy súper comprometida con cualquier festival, curso o concurso que aparezca, me meto en cualquier cosa que haya porque la verdad que tengo muchas ganas de seguir aprendiendo. Además, al cursar con gente que ya tiene experiencia y viene de la rama publicitaria, que no es mi caso, me motiva más. Me propongo llegar y superarlos, ser mejor trimestre a trimestre”.
De la frustración a la emoción en poco tiempo
Flor y Sol no eligieron VMLY&R como primera opción. Se habían postulado para hacer una práctica en La Despensa, en Madrid, pero no pudieron concretarla. Los directivos de la agencia pensaban que estaban en España, y la diferencia horaria presentaba un desafío. Fue duro: era la primera práctica laboral y había mucha expectativa. Pero enseguida recuperaron la motivación: “Entramos y a los dos días teníamos que presentar frente al cliente. Fue una locura. Fue una experiencia inolvidable y nos están tratando muy bien”, cuenta Sol.
La experiencia de presentar a un cliente real
“No pudimos dormir, por los nervios y por todo (risas). Revisamos ochenta veces la presentación para que todo estuviera bien. Al final igual tuvimos ayuda de Cuesta, el DGC, que también lo tenemos de profesor en M.AD, es un capo. Salió todo bien: cada una expuso su parte y cuando terminamos, el cliente dijo que encantó. Y lo hicieron”, explica Flor.
Un equipo multicultural y con mucha camaradería
Sol trabaja mayormente briefs de Movistar. Sol no tiene una cuenta específica, sino que tiene proyectos de diferentes marcas como Itaú, Ultra (cerveza) y otras.
La primera impresión que tuvo Sol cuando se conectó virtualmente con la agencia fue muy positiva: “El primer día entré a una reunión en donde había veinte personas y todos estaban discutiendo sobre publicidad. Fue increíble. Fue la primera vez que vi a publicistas trabajando. Dije: ¡quiero ser parte de esto! ¡Quiero ser como ellos!”
Las directoras de arte hacen dupla con dos redactoras colombianas con las que se llevaron bien enseguida. “Las dos son re amorosas, siempre nos intentan ayudar con todo, hasta la más mínima boludez, desde cómo usar el software de reuniones, hasta mandar un mail . Yo le pregunto todo a mi dupla y siempre me ayuda. También nos reímos con las diferentes palabras que usan allá para ciertas cosas (como una “valla” publicitaria, o decir “tráfico” para referirse a las reuniones)”, dice Flor.
Ese equipo multicultural las ayuda a encontrar insights locales y a complementar el trabajo de investigación que hacen desde Buenos Aires: “Yo me vi todas las publicidades de Movistar Colombia en YouTube. Estuve una tarde, 4 horas, para ver qué era lo que hacían. Nuestras duplas nos comparten todo el tiempo información y noticias de allá”, comparte Sol. Flor coincide: Sí, yo siempre hablo con mi dupla. Creo que ahora sé más de Colombia que de mi país”.
“Yo aprendo palabras nuevas, expresiones distintas y una manera diferente de comunicar. Al fin de cuenta somos comunicadores, cuanto más sepamos, mejor. En la escuela me pasa también, porque para los trabajos yo siempre hago equipo con una chica de Bolivia, un chico de Chile, uno de Colombia y ahora se sumó una brasilera. Siempre es internacional, entonces veo distintas miradas. Eso aporta un montón a la creatividad”, puntualiza Sol.
“Todos los colombianos vienen siendo muy carismáticos, buena onda y amables. Siento que tirás la peor idea y siempre le encuentran algo. Te agradecen por la más mínima cosas que hacés. También están ahí para darte una mano con lo que sea. Aunque necesites sacar algo urgente, también. La otra vez nos pasó, hicimos una videollamada y yo me estaba muriendo de risa internamente. Obvio que estaba haciendo las cosas, pero era graciosa la situación, éramos seis personas sacando todo, y yo tenía fe de que todo iba a salir bien, y así fue. La verdad que estamos aprendiendo un montón de los seniors”, agrega Flor.
El DGC de la agencia, Santiago Cuesta, tiene una relación estrecha con ellas. “Cuando presentamos al cliente, Cuesta nos introdujo a las dos, hizo una intro bastante larga de nosotras, creó un ambiente para que sea algo más cómodo. Eso es muy distinto a una clase, en donde presentás y ya está. Estaban las personas ahí para escucharnos. Hasta puso unas ideas de referencias nuestras. A veces se dice que los creativos están todos a las apuradas, pero en esas cosas te das cuenta que no tanto”, aclara Sol.
Una agencia tech global que cuida a sus equipos
“Cuando vi lo grande que era, la cantidad de gente que hay que se ocupa de cada detallecito, me impactó muchísimo. Ubicaba a la agencia, pero la verdad es que no la conocés hasta que entrás”, dice Sol.
Flor también se sorprendió: “Yo no tenía idea de la agencia, nos habían dicho que tenía una rama tecnológica muy fuerte, pero no sabía lo que quería decir eso. Trabajando ahora el lugar me parece genial. El primer día justo hicieron una presentación sobre la agencia, a nivel global, y la verdad que me voló la cabeza, no podía creer la cantidad de cosas que hacen, desde el trabajo en sí hasta otras cosas por fuera. Por ejemplo, la otra vez día nos dieron el día libre por salud mental. Sé que antes también había hecho un día para la Tierra, donde las personas iban a plantar árboles. Más allá de lo laboral, la empresa opta por esas otras cosas que me parece que están buenísimas”. Sol asiente y agrega: “Es una agencia que cuida mucho cómo la ven de afuera, pero también cómo la ven de adentro sus empleados”.
La dinámica del trabajo remoto
“Siento que se agiliza mucho el tiempo. Nosotras tenemos dos horas de diferencia con Colombia, entonces cuando acá almorzamos allá son las once de la mañana, pero nos dejan ir a comer sin problemas. Si nos excedemos con el tema de los tiempos, o nos quedamos trabajando hasta tarde, es porque estamos entusiasmadas con algo y lo elegimos. La experiencia viene siendo increíble”, explica Flor.
“Siempre nos trataron bien con el temas horarios. A veces esas horas de diferencia nos juegan a favor y a veces no. Pero la verdad es que se manejan bien. Yo la verdad que estoy teniendo una buena experiencia. La otra vez tuvieron una reunión presencial y obviamente no pudimos ir, pero las redactoras colombianas nos llevaron con sus compus y nos hicieron una gira por toda la agencia, fue re lindo. Ojalá pudiéramos estar ahí, pero también es cómodo trabajar así”, suma Sol.
Manejar la presión y los tiempos (distintos a los de la escuela)
“Lo que cambia entre la escuela y la agencia es que en el trabajo tenés un poco más de presión porque tiene que salir de verdad, no es como en la escuela que, si un proyecto no está bien resuelto, lo rehacés para más adelante. Aprendés a plantear las cosas de otra manera, quizás un poco más estresado, pero a veces así hasta te salen cosas mejores”, dice Sol.
“Lo que cuesta es la rapidez, porque no estamos acostumbradas a trabajar con esos ritmos. Sí a hacer esas cosas, pero no en esos tiempos. Te puede estresar un poco, pero con práctica se saca”, comparte Flor.
Los mayores aportes de hacer una práctica al estudiar dirección de arte
- Nuevas perspectivas al momento de pensar ideas: “La otra vez yo le contaba una idea a un Director de Arte y me dijo que de eso podíamos sacar mil cosas. Yo me había quedado solo con una parte. Quizás es una cosa chica, pero ahora me ayuda a ver las cosas de una manera distinta” (Sol).
- Entender que todos tienen algo para aportar. “El otro día le contaba rápido unas ideas que tenía a un Director Creativo, como para que, si se tenía que ir se fuera, pero me frenó y me dijo que él estaba para que pensáramos las ideas juntos. Eso me sorprendió, porque está ese prejuicio de que a los interns capaz no les dan tanta bola, que están ahí como al final de la pila. Pero no fue así. Nos pusieron a trabajar como si estuviéramos hace años, depositaron en nosotras toda la confianza” (Flor). “Nos dijeron desde el primer día: ustedes son un empleado más, no les vamos a dar “trabajitos” de pasantes” (Sol)
- La importancia de la paciencia. “Me pidieron hacer un brochure, un inserto para el diario, de Movistar. Era algo importante, para todo Colombia. Casi me muero. Lo entregué mil veces, y en todas había que corregirle algo. Pero siempre tuvieron la mejor onda. Yo pensaba: ¡me deben odiar! Al final salió bien. Me tuvieron mucha paciencia” (Sol).
- Desafiarse a uno mismo y comprobar si se está en el camino deseado. “Te vas probando, te vas poniendo a prueba. La otra vez me pidieron hacer una cosa y dije que sí, pero la verdad es que internamente no tenía idea cómo hacerlo, y lo hice. Miré tutoriales en YouTube y salió. Es un desafío con uno mismo. Te das cuenta de que no era tan complicado como pensabas. Aprendés no solo a hacer cosas, sino también a organizarte, a saber priorizar. Pensar más allá de que querés comer a las 13 hs, porque tenés la ambición de sacar las mejores ideas. Te sirve internamente para saber lo que querés, para ver si estás motivada o no. Para confirmar que es el camino que querés transitar. Además, tomás conciencia de tus capacidades para pensar ideas y bajarlas” (Flor).
- Ganar confianza y tener más oportunidades laborales en el futuro. “Siento que cuando salga de M.AD y tenga que buscar un trabajo no voy a tener miedo. Yo tenía miedo de hacer esta pasantía, me preguntaba si iba a poder, si iba a estar a la altura, pero esto me dio confianza. Me voy a plantar en las entrevistas de otra manera, mostrando que ya sé hacer cosas” (Sol).
- Conocer gente valiosa que comparte tus intereses. “Una de las mejores cosas es la gente. Lo conversaba con un Director de Arte junior que estaba en la agencia, que me contó que se quedó por eso. El equipo es increíble, súper dulce, te agradecen por todo y tienen toda la paciencia del mundo. Creo que en todo este tiempo nunca vi a nadie enojado. Todo eso hace que el ambiente para trabajar sea lindo” (Flor).
- Mejorar tu portfolio. “Tenés la motivación extra de saber que cada trabajo que sacás lo tenés para tu porfolio. Cada proyecto te re sirve, entonces le ponés todas las ganas” (Sol).
- Pasarla bien y evadir la rutina de un trabajo monótono. “ Te estresás, pero te divertís al mismo tiempo. Es algo único de esto. Hacer publicidad para mí es una de las mejores profesiones del mundo, sobre todo porque no estás haciendo lo mismo todo los días” (Sol)
Consejos para hacer una pasantía y estudiar dirección de arte
- Perder el miedo. “No tengan miedo de elegir, ya sea una agencia grande o chiquita. Anótense en la que más les guste. Nunca piensen que no va a estar a la altura, porque la verdad es que la gente te re acompaña” (Sol).
- No preocuparse por la dinámica remota. “Sé que lo presencial debe ser una experiencia única, pero no hay problema con lo remoto. En las reuniones estás con toda la gente de la agencia, no es que te perdés de algo. Para el trabajo en sí, no es ningún problema. Yo trabajo, converso y me río con todos” (Sol).
- Animarse a cambiar si no se está cómodo. “Tenete fe. Confiá en tus proyectos. Y si no entrás a la agencia que querés, será en la segunda o tercera oportunidad. Si te rechazan, tampoco está mal, ya va a llegar el momento. Por suerte no nos ha pasado, pero si no los tratan bien o no tienen una buena experiencia, vàyanse a otra agencia y pruébense en otro lugar y ya está”. (Flor).
- Dar lo mejor y enfocarse en las propias capacidades. “Ya sea cuando elegís la agencia, hacés una presentación o mostrás tu portfolio. El otro día estábamos haciendo una presentación con Cuesta y 5 personas más, terminando todo, y yo me mataba de risa, nunca me estresé, porque tenía fe de que lo íbamos a hacer bien. Hay muchas veces que no valoramos las cosas propias, decimos que no sabemos pensar ideas o usar el Illustrator. Tenés que pensar en todas las cosas que sí sabés hacer, aunque no estén vinculadas con la publicidad. Si sabés hacer baile, quizás eso te sirve para una idea” (Flor).
- ¡Hacerlo! “El consejo mayor es que lo hagan. Que no se echen atrás. He conocido a gente que por su trabajo decidió no hacerlo, y para mí es un error terrible. La experiencia que te da es única y por lo que vi solo está en M.AD. Es de lo más valioso que tiene esta escuela para quienes decidan estudiar dirección de arte”.
Vos también podés estudiar dirección de arte y hacer prácticas por el mundo.
En el segundo año de la carrera tenés la opción de hacer una pasantía (presencial o remota) en más de 50 agencias y empresas creativas con las que tenemos convenio. Esto te ubica en un lugar incomparable para proyectar tu carrera creativa.