#QuarterAway: ¿cómo es estudiar creatividad en Berlín?
Rodrigo Pernas es argentino y está terminando su primer Quarter Away en la capital alemana. El trimestre próximo redobla la apuesta: además de seguir estudiando, va a trabajar en VICE, una agencia multifacética. Nos abrió sus puertas virtuales y en esta nota te contamos todo lo que está aprendiendo.
Cuando el clima se lo permite, Rodrigo recorre las calles de Berlín en bicicleta. Le gusta pedalear sobre ese terreno vibrante que despide energía creativa. Porque la creatividad, allá, como la cerveza, brota de todos lados. Ahí va Rodrigo: pasa delante de paredes decoradas con graffitis y otras formas de street art, se cruza con algunos punks, esquiva a un grupo de turistas distraídos, atraviesa varios parques y va mirando los innumerables monumentos históricos repartidos por la urbe. Sobre sus dos ruedas se maravilla frente a esa ciudad que nunca deja de sorprender, que “tiene un gran movimiento” y en donde “pasan muchas cosas”.
Con el viento que le sopla en la cara le llega también una oleada de vitalidad. Es que es un lugar que parece reinventarse permanentemente, con una increíble y variada oferta cultural, una gran movida underground y un característico espíritu transgresor. Un terreno en donde se da una peculiar mezcla entre lo histórico y lo novedoso. Sólo seis ciudades en el mundo tienen el título de Ciudad Creativa por la Unesco y la capital alemana es una de ellas. Por su perfil artístico y por el desafío de aprender el idioma local, Rodrigo Pernas decidió hacer un intercambio con la Miami Ad School de Berlín. O, como lo llamamos nosotros, un “Quarter Away”. Y ahora va por más. El trimestre que viene se queda en Alemania y le suma experiencia laboral a sus estudios con una pasantía, o “Experience Lab”, en Vice.
Esto es posible porque Miami Ad School es la única escuela de creatividad donde podés viajar y trabajar mientras estudiás Dirección de Arte o Redacción Publicitaria. Tiene sede en 15 ciudades del mundo y los alumnos pueden elegir cualquiera de ellas para impulsar su carrera creativa.
Este capítulo se llama: “Rodrigo en Berlín”
Y contiene las siguientes escenas:
- Una importante lección de puntualidad
- Una camada de estudiantes talentosos y dos campañas premiadas
- Una notable combinación educativa: competencia y colaboración
- Un sorpresivo encuentro con las fuerzas de seguridad
- Estudiar en una agencia real con un profesor fascinado con el funcionamiento del cerebro
- Un futuro trabajo “en una agencia que no es una agencia”
Rodrigo llegó entusiasmado al primer encuentro en la sede de Berlín. Era una reunión en donde se juntaban todos los alumnos y estudiantes. Iba a sentarse junto a sus nuevos compañeros de ruta cuando lo sacaron de la sala para pedirle, por favor, que la próxima vez llegara más temprano. El reloj marcaba tres minutos de retraso. Con ese bautismo de fuego, Rodrigo entendió la exigencia y el rigor de la escuela alemana. Aprendió enseguida y nunca más llegó tarde. Tampoco faltó a ninguna clase. Destaca que allá la gente se toma muy en serio lo que hace. Desde la persona que controla los tickets en el subte hasta el mozo que atiende en un restaurante. Todos se manejan con prolijidad, son estructurados y “cuando están trabajando, están trabajando”.
Eso sí, también nota que son más fríos y reacios al contacto que los argentinos. Esa distancia aumenta todavía más si uno no habla el idioma. Porque “a los alemanes les gusta hablar en alemán” y no siempre devuelven un saludo si se los aborda en otra lengua, sobre todo en negocios o lugares públicos. Por eso, Rodrigo tiene pensado estudiar Deutsch en los próximos meses. Sabe que mejoraría su experiencia educativa y que es un gran valor agregado para trabajar. En la escuela esto no es un problema porque se manejan en inglés. Sus compañeros de clase vienen de todos los puntos cardinales y eso suma a la hora de pensar y configurar ideas creativas. Además, se apoyan mutuamente para potenciarlas.
“Las ideas que se van armando son siempre muy diferentes. Y nadie desecha tus ideas”
A Rodrigo le llama la atención el altísimo nivel de su clase y el grado de dedicación de todos los alumnos. Un amigo libanés, becado por la escuela, ya tiene una oferta en Múnich para trabajar en una agencia muy reconocida. Y otro compañero, “un crack” sueco de 19 años, fue reclutado por otra. Este ámbito exigente fogonea la creatividad de todos. El argentino cuenta que mejoró muchísimo en este tiempo y que dos campañas que presentó recibieron premios importantes. Hasta los profesores se sorprenden por la gran capacidad de sus estudiantes.
“Hay un ambiente muy competitivo. Mejoré un montón”
El mes pasado, del 7 al 17 de febrero, se presentó en Berlín una nueva edición de Berlinale, el reconocido festival de cine, uno de lo “Tres Grandes” junto con el de Cannes y el de Venecia. Rodrigo lo menciona cuando dice que allá pasa de todo, todo el tiempo. También destaca el impecable funcionamiento del transporte público (dato interesante: el sistema de subte, conformado por el SBahn y el UBahn, recorre una longitud total de 473 km; a eso hay que sumarle 120 km del tram y tenemos una de las redes de transporte más impresionantes del mundo). Pero la ciudad, advierte nuestro entrevistado, también es “cruda”. Si uno va sin ningún plan, “te puede absorber y llevar por lugares peligrosos”. Por otra parte, si uno está seguro de lo que que quiere hacer, se esfuerza para lograrlo y lo demuestra, “te da la oportunidad, te abre sus puertas y te lo paga con creces”.
Cruda, dijo. Sorpresiva, mencionó antes. Quizás sean adjetivos acertados para describir lo que le pasó ese día cuando se le acercó un policía de civil y le preguntó, sin preámbulos: ¿Adónde tenés la heroína?”.
Después de revisarlo y constatar que el argentino sólo tenía en su haber un bolso y un libro, el hombre le pidió disculpas y lo dejó ir. Sin alarmarse, Rodrigo cuenta esto para explicar que en los viajes, y en la vida en general, no podemos controlar todas las variables y anticipar al detalle lo que nos puede suceder. Por eso, aconseja a todos los actuales o futuros estudiantes que hagan su Quarter Away sin dudarlo y sin pensarlo demasiado. Es decir, que se arrojen a vivir la experiencia sin miedo, que se dejen sorprender y que vayan con la apertura para inyectarse sustancias nobles como creatividad e inspiración.
“Dejar abierta la posibilidad de que te pasen cosas y te sorprendas”
Porque quizás, si lo pensás demasiado, corrés el riesgo de perderte oportunidades únicas. Como, por ejemplo, la que vive Rodrigo todos los lunes. Ese día tiene una materia fascinante que se llama “Advanced Concepting” y que cursa en la agencia Innocean. El profesor es un fanático del funcionamiento del cerebro que estimula la creatividad de sus alumnos con ejercicios más que interesantes:
“Estudiar en una agencia es una de las mejores experiencias porque ves cómo trabajan ”
Ahora, Rodrigo cursa la etapa final de su trimestre. Le esperan los Face To Face, la exhibición de sus proyectos frente a la clase, y está trabajando con entusiasmo para armar presentaciones que cautiven a sus compañeros y profesores. Después de eso, va a pasar de estudiar en una agencia a trabajar en una. Bueno, en palabras de él, en “una agencia que no es agencia”. Vice, además de ser una “agencia de servicios creativos” es una productora, una revista, un sello discográfico y una editorial. Se define a sí misma como una red internacional de canales digitales que incluye “Creators”, dedicado a las artes y a la creatividad; “Motherboard”, que cubre temas sobre tecnología; y “Noisey”, su canal musical.
La tendencia de los últimos años es que las empresas, cada vez con mayor frecuencia, están interesadas en contratar creativos. No sólo las agencias. Por eso, Miami Ad School de Berlín le ofrece a sus estudiantes la posibilidad de trabajar en DDB, Stoyo, Vice, Elbkind, Facebook, Google o Chimney. Ese es el motivo de que ya se empiece a hablar de “Experience Lab” en lugar de “Agency Lab”. Para Rodrigo, Vice sa ajusta perfectamente a lo que está buscando en este momento:
“Elegí trabajar en Vice porque me pareció una opción diferente”
¿Te tentaste? ¿Querés vivir una experiencia como la de Rodrigo? ¿O, quizás, como la de Josefina y Ezequiel en Nueva York? Podés abrir tus horizontes creativos en las principales ciudades del mundo y armar un portfolio internacional que se destaque. No te pierdas el avión. Estás a tiempo de embarcar. Anotate en el curso de Dirección de Arte o en el de Redacción Publicitaria y hacé despegar tu carrera.