Estudiar creatividad en Buenos Aires: 4 experiencias imperdibles
Considerada la capital académica de Latinoamérica, Buenos Aires es elegida cada año por miles de estudiantes de todo el mundo.
Por su nivel académico, Buenos Aires es reconocida como la mejor ciudad para estudiar en Latinoamérica y está entre las mejores 50 ciudades a nivel mundial para desarrollar una carrera.
Pero estos resultados obtenidos en el estudio de la consultora QS no se dan sólo por la variedad de centros de estudios que posee la ciudad. También influye su oferta cultural, las posibilidades de conseguir trabajo en la ciudad y el trato de los argentinos con los estudiantes extranjeros.
En Miami Ad School Buenos Aires, cada quarter se suman nuevos estudiantes de diferentes partes del mundo. Jóvenes latinoamericanos, europeos y asiáticos han elegido una y otra vez la sede porteña para potenciar sus assets creativos.
Para conocer algunas experiencias de primera mano, hablamos con Mauricio Borda de Bolivia, Mario Peñalosa de Colombia, Gustavo Luy de Perú y Alejandro Álvarez Prieto de España.
Los cuatro son estudiantes de portfolio en Dirección de Arte y Redacción Publicitaria. Pasaron más de un año en Buenos Aires y se reconocen fanáticos de la ciudad.
A continuación, nos cuentan su experiencia estudiando en Buenos Aires:
La ciudad
“Buenos Aires tiene una energía muy fuerte: te puede consumir o te puede potenciar” opina Mauricio. Si sos del segundo grupo, seguramente encontrarás inspiración en todos lados. Arte, música, street art, cine y lo que imagines, en cada esquina porteña se respira creatividad.
No son pocos los que consideran que Buenos Aires es la capital de Sudamérica. Entre ello se encuentra Alejandro. Para él se trata de la ciudad perfecta para un estudiante. Aquí, él y Mario conocieron personas de todo el continente con quienes tuvieron la posibilidad de intercambiar experiencias, compartir típicas de cada país y nutrirse de la diversidad cultural.
El hospedaje
Cuando consultamos por el hospedaje, las respuestas varían según presupuestos y estilos. Mauricio llegó a Buenos Aires directamente a una casa que había alquilado por Airbnb. Allí vivió con una señora con quien compartía el té de cada tarde. Rápidamente, conoció a otros estudiantes extranjeros con quienes alquilaron un departamento en el barrio porteño de moda, Palermo.
Al contrario de él, Gustavo llegó el mismo día en el que empezaba sus clases sin hospedaje y sin conocer a nadie. Un compañero lo invitó a su departamento y de ahí, comenzó a buscar su propio lugar.
En el caso de Alejandro, él llegó al país sin tener definido dónde estudiaría, por lo que vivió por diferentes barrios en Capital y Provincia. Siempre compartiendo alquileres temporarios con jóvenes de distintos países.
La cultura
Si bien en la cosmopolita Buenos Aires los chicos conocieron personas de todos los continentes, resaltan la calidez de los argentinos y su predisposición a hacer nuevos amigos.
Además, los argentinos son muy fanáticos de “cosas que ellos creen propias”, como el fútbol, la cerveza de marca local, los amigos. Y eso los hace fanáticos de las publicidades que los representan al punto de cantar sus canciones en las canchas, en las calles y en los boliches.
“Acá la publicidad es parte de la cultura” sentencia Mauricio, que lo compara con otros países en los que ha estado y le sigue sorprendiendo la pasión con la que se vive la creatividad en esta ciudad.
Las agencias
A través de Miami Ad School, los cuatro tuvieron la posibilidad de contactarse con sus futuros jefes en agencias como Merci y Young & Rubicam.
Una vez en Argentina, Alejandro estuvo tres meses buscando trabajo en publicidad sin respuestas. Por suerte, la espera no lo desanimó y obtuvo su primera oportunidad en una agencia pequeña.
Unos meses más tarde, él y Mario recibieron una gran noticia: Fernando Tchechenistky los quería como dupla creativa en Young & Rubicam. Allí trabajaron en cuentas de la talla de Danone.
Durante esta experiencia, entendieron cómo funciona la creatividad argentina. “Acá cuando se piensa una idea, se piensa picante” explica Mario. Según él, la pregunta clave es: ¿de qué va a dar que hablar esta idea?
Recordando su primera experiencia en agencia en Young & Rubicam, Gustavo resalta que fue muy linda y muy difícil. “Muy difícil porque es como cuando salís del colegio, me di cuenta de que no sabía nada” cuenta entre risas.
Miami Ad School
Alejandro, que ya conocía a Miami Ad School por su sede en España, considera que “la escuela te da todo lo que puedes necesitar para llegar aquí y sentirte rápido como en casa”. Acá, los cuatro encontraron oportunidades laborales y conocieron otros jóvenes que dejaron su país de origen para estudiar creatividad.
Encontraron nuevas amistades y un espacio donde desarrollar su creatividad brief tras brief. Como la mayoría de los estudiantes son extranjeros, en la escuela hay un clima de compañerismo permanente.
Mario cuenta que todos los quartes van y vienen estudiantes de distintas partes del mundo. “Uno los recibe como quisiera que lo reciban cuando vaya a otra sede” explica.
“Como todos estamos en la misma condición, es más fácil entablar amistades con distintas personas” analiza Mauricio, que conoció a todos sus roomies en la escuela.
Él estudió Comunicación Social en Bolivia. En un viaje por Estados Unidos, visitó la sede original en Wynwood. Ahí decidió que tenía que estudiar, por lo menos, en una de las sedes de Miami Ad School.
El caso de Gustavo es el más peculiar. Se enteró de la existencia de la escuela en un almuerzo de trabajo cuando era productor de seguros en Perú. Un gerente de marketing le confesó que era su sueño estudiar en una escuela de creatividad llamada Miami Ad School.
Unas semanas después, abandonó los seguros y se vino a estudiar publicidad a Buenos Aires. Ocho quarters después, afirma que fue la mejor decisión: “llegué en cero [a la escuela] y terminé en una gran agencia como Don”.